“Me veo corriendo por las calles de Apartadó. Con los olores de las plantas de fondo, mientras escucho la voz de mi abuelita", Caterine Ibargüen / El Espectador.
Este es el recuerdo que guarda la triatleta de oro. Las memorias de aquel lugar en el que empezó a forjar el sueño que hoy la tiene en el trono de su disciplina, y que la impulsa con una hazaña más: el epílogo de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. "Cuando me retire pienso seguir en el atletismo durante mi vida. Mi sueño es llegar hasta Tokio, tener la posibilidad de tener un buen desarrollo en esta competencia y retirarme por la puerta grande.Hasta ahí va mi proyección, hasta ahí me comprometo y después de una u otra forma seguir trabajando en el desarrollo del deporte colombiano”, contó Caterine sobre lo que será su último capítulo. De ahí en delante esperar seguir en marcha la otra pasión de vida: "La enfermería es mi otra pasión, es mi decisión académica y profesional ¡es mi futuro! Quiero que cuando a mis hijos les pregunten “¿su mamá qué hace?”, ellos digan, llenos de orgullo: “mi mamá es enfermera”.
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