Todo en la vida de Andrés Ferrari pasa muy rápido, tal vez demasiado. Parece ayer cuando se tomaba dos colectivos para viajar durante dos horas desde su Sauce natal, una ciudad de 13 mil habitantes del departamento de Canelones a 35 kilómetros de Montevideo, hasta el club Defensor Sporting con la ilusión de transformarse en futbolista profesional: “Tomábamos un ómnibus que tardaba una hora, más la espera en el centro de Montevideo, demorábamos casi dos horas para ir y dos horas para volver. Eran como seis horas, que siendo chicos, porque éramos relativamente chicos, era una locura, pero es un sacrificio que está dando sus frutos”. Un sueño que nunca abandonó pese a ser durante varios años suplente de Diego Abreu -delantero del club- en una generación 2003 que arrasó con los títulos juveniles. En cuarta, cuando le dieron la confianza de ser titular, la dupla con Abreu estalló.
Diez años después, ese mismo chico de corazón charrúa, todavía relativamente joven con la timidez propia de la juventud, el rostro fresco y los brackets en la dentadura, se sienta en una sala del hotel Grand Brizo La Plata para brindar una de las primeras entrevistas de su carrera. Su irrupción relampagueante y abrupta lo llevó a este lugar, en el corazón de la República Argentina, un año después de su debut profesional con La Viola: vestirá la nueve celeste en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA.
Su vida podría haber sido diferente: podría haber seguido el camino de su papá, agricultor que planta tomas en invernáculos y antes tenía viñedos en Sauce. Pero Ferrari, quien aterrizó en las inferiores del Viola a los 10 años y recorrió sus entrañas hasta su presentación oficial el 29 de mayo de 2022 ante Deportivo Maldonado en el empate uno a uno celebrado en el coqueto Estadio Luis Franzini, tiene destino europeo: desde el próximo semestre jugará en el filial del Villarreal español.
Héctor Pérez, dirigente de Defensor Sporting, elogió su recorrido en la presentación en el Submarino Amarillo: "Es un jugador muy trabajador, muy sacrificado, desde que empezó, viviendo lejos de nuestra institución, el sacrificio de tomarse dos ómnibus por día para llegar, eso demuestra el sacrificio y la impronta que le da él a su trabajo. Se ha integrado muy bien en nuestros planteles". El sacrificio familiar es solo una parte de todo lo que un chico, todavía en formación, deja de lado para construir una carrera: “Uno deja muchas salidas, paseos con mi novia, con la familia, con amigos, salidas en la noche. Eso va en cada uno, es el tema de profesionalismo de cada uno, y yo lo tomo así y está dando resultados”.
Corazón charrúa
La Copa Mundial de Argentina 2023 representa una pequeña revancha para Ferrari tras haberse perdido por un esguince en el tobillo el Sudamericano en el que la Celeste fue subcampeona. Aunque esa decepción fue una oportunidad: “Me hubiese encantado estar ahí, porque siempre es un orgullo ponerme la camiseta, vestir la Celeste. Pero la parte buena fue que me permitió tener minutos en Defensor, afianzarme en primera y poder meter ese pase a Europa que, como todo guacho, es lo que uno quiere”.
Su aparición goleadora representó un salto de calidad para Defensor Sporting. En la Copa AUF de 2022, la primera edición de un torneo organizado por la Asociación Uruguaya de Fútbol que enfrentó a todas las divisiones del fútbol uruguayo, su club levantó el título con Ferrari como goleador. El “Toro”, como lo apodó el ex entrenador de la mayor Diego Alonso en un entrenamiento en el que fue sparring, fue una de las figuras del torneo y determinante para la consagración de su equipo como máximo artillero del certamen.
Tiene en su esencia la marca de su ídolo Luis Suárez. El corazón charrúa de Andrés Ferrari está marcado por la número nueve.
El eco de sus gritos de gol llegó hasta España, aunque Ferrari se enteró a último momento de su transferencia al Villarreal: “No me dijeron nada hasta tres días antes de viajar. Fue una locura. Día a día en Defensor traté de mejorar, y perderme el Sudamericano fue duro pero me tocó quedarme y hacer lo que tenía que hacer, entrenar y mejorar para mí mismo, y se dieron los frutos”.
Con Luis Suárez como ídolo, Ferrari se autodefine: “Me siento más cómodo de nueve, pero de extremo me gusta mucho también. He jugado algunos partidos con Defensor y he rendido. Pero de nueve tengo más gol, y jugar de espaldas al arco es difícil.
En su horizonte aparecen inevitables tres desafíos: hacer un buen papel en la Copa Mundial Sub-20, mudarse al Villarreal y casarse con la mujer que se transformó en un sostén fundamental de su vida desde hace un año y medio: “Tengo el apoyo de ella, de sus padres, me ayudan en todo, están apoyándome y son como mis psicólogos. El 21 de junio nos casamos y nos vamos juntos a España”. pero me sale. Mi principal virtud es la pegada y le pego con las dos piernas”.Republicación de FIFA.com
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