top of page
Buscar

El esencia de Jan Oblak


Getty Images

Cada vez que se habla de los mejores arqueros del mundo, uno de los nombres recurrentes es el Jan Oblak. El esloveno, que cumple su 7ª temporada en el Atlético de Madrid como uno de los pilares y capitanes del equipo de Diego Simeone, es candidato este 2020 al The Best al mejor guardameta de la FIFA. Sobrio y tranquilo bajo palos incluso en los momentos más complicados –cómo olvidar su actuación en Anfield en la pasada Liga de Campeones–, el arquero de 27 años nos habla de sus sueños de infancia, las claves de sus ‘milagros’ bajo palos y sus ganas de conquistar títulos con el equipo rojiblanco.

Jan, Eslovenia tiene poco más de 2 millones de habitantes, pero numerosos deportistas de élite: estrellas de la NBA, ciclistas como Pogacar o Roglic, a usted… ¿Cuál es el secreto? Es cierto que tenemos deportistas buenísimos tanto en deportes individuales como colectivos. Siempre hemos tenido grandes jugadores de baloncesto, también futbolistas que han destacado… Creo que es porque nos gusta mucho el deporte y por nuestra mentalidad. Somos bastante fríos de cabeza y eso para el deporte viene muy bien. ¿Cómo empezó en el fútbol?

De pequeño practiqué muchos deportes diferentes, pero el fútbol siempre fue mi prioridad. Mi padre jugaba, aunque no como profesional. Era portero y yo lo imitaba y quería ser como él. Por eso también desde pequeño quise ser portero. Al principio jugué algún partido de delantero, pero siempre quería quedarme en la portería. Me siguen encantando deportes como el baloncesto, el tenis… Los practico y me gusta verlos también. Antes de convertirme en profesional también esquiaba mucho. ¿Creció admirando a algún portero o futbolista en particular?

Cuando veía partidos de los equipos grandes de Europa me fijaba en los porteros. Y como la forma de un jugador no siempre es igual todos los años, a lo mejor un año me gustaba Buffon, otro año Casillas, Schmeichel, Dida el del Milan… Todos ellos eran porteros a los que admiraba, pero mi primer ídolo fue mi padre.

¿Ser el mejor portero del mundo fue un sueño de la infancia?


Cuando era pequeño no se podía ver tanto fútbol internacional, así que el primer sueño fue jugar en el club en el que entrenaba. Luego vas progresando, cumpliendo sueños y llegan otros nuevos. Cuando vi que podía convertirme en profesional y jugar a un alto nivel, empecé a soñar con eso de ser el mejor y ganar todos los títulos posibles. Es para lo que entrenas cada día.

Algunas de sus paradas en estos últimos años pueden considerarse ‘milagrosas’, porque salvan goles seguros, Como aquella triple atajada al Bayer Leverkusen. ¿Tiene alguna preferida?

Seguramente esa triple parada es de la que más se habla cuando sale mi nombre, y probablemente de aquí a muchos años va a seguir apareciendo en la televisión o internet, pero no soy una persona que se fije en una parada en concreto. Cada una es importante porque evitas un gol (risas).

También muchas veces pasa que hay paradas que parecen fáciles, pero tú, que estás en la portería, sabes que esa es más complicada que alguna otra estirada que queda muy bonita para la foto. Tiene que ver con la colocación. La afición suele idolatrar a los jugadores de ataque, pero los hinchas del Atleti le adoran y le dedican canciones. ¿Siente que ha encontrado su lugar ahí?

Al principio al llegar fueron meses duros, pero cuando empecé a jugar de titular siempre sentí el cariño de la gente y ahora les echo mucho de menos en el campo. Sé que la gente me valora y estoy aquí para ayudar al Atleti. Un futbolista nunca sabe cuánto tiempo se va a quedar en un club, pero llevo aquí 7 años y hasta ahora todo ha ido bien. Todo es más fácil cuando la afición te quiere, porque te da confianza y te ayuda a sacar lo mejor de ti.

Empezábamos hablando del milagro esloveno… Obviamente es más difícil clasificar con Eslovenia a un gran torneo de selecciones. ¿Qué significaría clasificar a un Mundial o una EURO?

Cuando era pequeño vi a Eslovenia en el Mundial de 2002, también clasificar al Europeo de 2000, y ya más tarde al Mundial de 2010. Y cuando ves lo feliz que estaba la gente... Me encantaría traer de vuelta esa felicidad al país. Y no solo por ellos. Para mí poder jugar un Mundial o una Eurocopa sería un sueño; un sueño de infancia que querría cumplir, y voy a hacer todo lo posible para lograrlo. Tomado de FIFA.com

Comentarios


bottom of page