Son más de tres décadas de rugby. Una pasión que empezó a los 15 años y sigue intacta a los 47. Crédito: Juan Carlos Castro
El primer capítulo de rugby lo escribió a 14,973 kilómetros lejos de casa. Un póster en las transitadas calles de Seúl fue la vuelta de tuerca que conectó a Juan Carlos 'Tucho' Castro con la disciplina que años después vio nacer a Minotauros.
A sus 15 años vivió de primera mano la experiencia de la ovalada. Herbert, un amigo de Argentina que conoció en Corea del Sur y quien le transmitió la pasión por el deporte, fue quien lo convenció de integrar un equipo de expats, un combinado integrado por soldados, suboficiales y oficiales de las Naciones Unidas.
El periplo en el continente asiatico lo llevó a explorar más a fondo la esencia del rugby. A través de literatura deportiva y el trasfondo de su metodología, sus reglas y la historia que estaba enmarcada por legendarios torneos como el Five Nations en los 80's, logró conectar con la disciplina que ha practicado por más de tres décadas.
Minotauros
El primer equipo de Minotauros en mayo de 2002. Crédito: Juan Carlos Castro
En 2002 se forjó la leyenda del club de mayor tradición en el rugby de Bogotá. Juan Carlos Castro fue uno de los protagonistas del proyecto que por más de 20 años ha fortalecido el deporte en la zona centro de Colombia. Así lo contó en exclusiva para La 10co.
"Yo había participado de la fundación de Carneros en la Universidad de los Andes en 1998 y jugué hasta 2001 que me retiro. En ese proceso liderado por Alfonso Castañeda, una de las cosas que me quedó fue “que para poder jugar rugby se requiere tener un rival y para eso hay que enseñarle a la mayor cantidad de personas qué es el rugby”. Por eso al ingresar en enero del 2002 a La Universidad Militar Nueva Granada empecé a ver cómo podía formar el equipo de rugby.
Contacté a bienestar universitario y a través de ellos y la oficina de deportes presenté una propuesta para iniciar el equipo con algo de documentación, una propuesta, varias revisiones y un plan de trabajo inicial para participar en el torneo de sevens de Bogotá que se jugaba en mayo de ese año. Afortunadamente en la Militar también se encontraba Andrés Plata, quien también había jugado con Carneros, y comenzamos hacer convocatoria al iniciar marzo...
Minotauros en cctubre de 2002. Crédito: Juan Carlos Castro
En los Sevens de Bogotá del 2002 nos inauguramos a las 7 am contra el equipo de EAFIT de Medellín.
Nuestro primer torneo fue muy bueno en el sentido que afianzó la primera generación de Minotauros con el equipo y más adelante con el club. Como anécdota yo me lesioné en el primer partido: rotura de frenillo y estuve casi todo el primer día en urgencias del hospital militar para que me pusieran puntos".
Minotauros femenino, abril 2003. Crédito: Juan Carlos Castro
Los resultados positivos del equipo masculino, el apoyo de la universidad, la organización y la inclusión, contribuyeron al desarrollo del equipo femenino en el segundo semestre del 2002, un trabajo que 20 años después es visible en la casa de las Minos.
El legado
El rugby debe ser visto como un club, siguiendo el modelo europeo o argentino, donde la comunidad es tan importante como el equipo. Esta es la premisa de Tucho en cuanto a la evolución generacional de la disciplina. La trayectoria y el bagaje con jugadores del extranjero le permitieron dimensionar el legado de una institución deportiva, el cual es visible en las huestes de Minotauros.
Hoy día la camiseta de los Minosla representan los hijos de aquellos jugadores que a inicios de 2000 comenzaron a escribir las memorias de un club que ha sido gestor de jugadores que han representado los colores del pais:Tatiana Delgado,Natalia Caycedo, Andrés Wilches,Oscar Forero y Bryan Guzmán, entre otros.Juan Carlos Castro, es un referente en la región. Un visionario que sueña con la construcción de la sede deportiva de Minotauros y su expasión con giras a nivel internacional; un visionario que anhela con vestir la casaca de sus amores hasta los 50 años, el sello de un Minotauro del rugby...
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