En Beijing 2008, la historia de la natación paralímpica dio un giro de tuerca en Colombia y el mundo. Desde el Valle de San José, Santander, llegó la marca de Moisés Fuentes, el rey Poseidón, el deportista que por primera vez conquistó una medalla olímpica para su país. Un hecho sin precedentes en el Comité Paralímpico.
El triunfo en tierras asiáticas impactó el sistema del deporte paralímpico. La sociedad cafetera se conectó con los paraatletas que cada cuatro años dejaban alma y corazón en las olimpiadas.
Si bien Sidney 2000 y Atenas 2004 abrieron las puertas para el santandereano, el torneo en China cambió la perspectiva de su historia y hoy día lo lleva a ser el referente número de la natación adaptada en Colombia.
Poseidón
Está en el trono. Su experiencia escribe y rige el crecimiento de la natación adaptada en Colombia. La analogía con el rey de los mares lo enmarca en un papel de liderazgo que ha logrado llevar a cuestas con la participación en seis Juegos Paralímpicos: Sidney 2000, Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012, Rio 2016 y Tokio 2020, un hito en su tierra natal.
Parte del éxito ha sido la conexión espiritual que tiene con el agua. Le permite sentirse libre, le permite fluir en el mundo que se erige con la marca de Poseidón.
Desde los 6 años, el destino lo conectó con lo que hoy es su proyecto de vida. Con una pimpina y un lazo aprendió a nadar justo en inmediaciones de su hogar: en la quebrada La Putan,
Oro
La historia paralímpica relata gran parte de la trayectoria de Moisés Fuentes, sin embargo, hay un capítulo aparte que se desarrolló a mediados de 2013 en Canadá.
Mundial de Montreal 2013, el escenario.
El santandereano llegaba al campeonato con un buen performance tras lo realizado en Londres 2012, justas donde alcanzó la presea de plata. Junto a Neslon Crispin eran las cartas de Colombia en el torneo.
En agosto del presente año llegó el turno para Fuentes. Con un tiempo de un minuto 36 segundo y 91 centésimas en la prueba de 100 metros libres alcanzó el sueño dorado, un triunfo que dedicó a su hija Isabella y a su compañera de vida, Anabel Tarazona de Fuentes.
La conquista en Canadá es uno de los grandes recuerdos que guarda el paraatleta colombiano.
Cada triunfo lo cimenta bajo el lema “La vida es un rato para campeones’. Es su fuente de inspiración y tenacidad en cada competencia.
Tokio
El santanderano es un hombre de marcas. Sumado a las cuatro medallas consecutivas en Juegos paralímpicos está la última gesta que consiguió en tierras niponas: impuso el recordó nacional en 100 metros pecho clase SB4 con un tiempo de 1:35.86. La medalla en Tokio demostró el temple que lo caracteriza y también expuso que la edad no es un impedimento. A sus 47 años escuchó de nuevo el himno de su país en el podio. "Fue un momento para celebrarlo. Estar en el podio, estar de segundo y sobre todo acompañado del mejor registro de mi carrera", afirmó Moisés Fuentese, el rey Poseidon a La 10co.Hoy, tres años después y con seis olímpicos a cuestas, es considerado como uno de los símbolos y referentes de la disciplina. Así como lo remarca el Comité Paralímpico Colombiano: "Ellos ven en Moisés Fuentes a una persona con la que es posible hablar, pero sobre todo, acercarse a él en momentos en que la mente y los pensamientos parecen jugar una mala pasada".
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